14 de septiembre de 2006

◊ Simple Pensamiento

Hay días en los que uno quisiera comenzar de nuevo. Dejar atrás la vida, y despertarse en otra realidad. A veces deseo eso, justo antes de dormirme, es una fantasía recurrente, donde me despido de lo que soy y de lo que he sido, esperando al otro día volver a empezar. Deseo despedirme de obstáculos, rencores y rabiecitas internas que aunque me esmero en vencer, me imponen una lucha durísima. Es que las batallas más terribles son aquellas que se libran en nuestro interior, en nuestra mente, en nuestro corazón. Es una lucha por desalojar ideas de tristezas, de fracasos, de prejuicios, así como pequeños y grandes traumas que nos rondan como demonios sugerentes, que en casos severos, son capaces de determinar nuestras acciones y elección con susurros tímidos a nuestro oido.

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